Como obtener un crédito hipotecario en Chile
Más del 90% de las propiedades adquiridas en nuestro país son costeadas a través de un crédito hipotecario, por lo que sin lugar a dudas es una de las principales preocupaciones a la hora de concretar el sueño de la casa propia.
Es por esto que hemos preparado esta guía con los principales conceptos y los pasos a seguir en un credito hipotecario al momento de dirigirte al banco y solicitar el préstamo.
Lo primero que debes conocer es tu realidad económica, ya que no puedes pensar en la compra de una determinada propiedad si es que ésta no está al alcance de tu bolsillo y luego tener problemas de pago, lo que te haría perder tu casa.
Generalmente los bancos piden que el sueldo del cliente, sean igual o superior a cuatro veces el valor de un dividendo.
Es importante recordar que cada institución financiera tiene sus propias reglas para la entrega de créditos, por lo que debes tener claro cada uno de los puntos para obtener los mejores beneficios.
En general, el crédito hipotecario clásico, es aquel en el que el banco presta el 75% del valor de la propiedad y la persona debe tener un pie del 25% restante, con una tasa de interés fija por todo el periodo del préstamo. Luego han aparecido una infinidad de posibilidades, como el leasing, crédito sin pie, crédito en pesos, etc.
Pasos para solicitar un crédito hipotecario
Solicitud de crédito: La parte interesada debe presentar a la entidad financiera los antecedentes básicos, personales y comerciales, además de los correspondientes a la propiedad. Por su parte, la entidad financiera tiene la facultad de acceder o denegar la operación.
Recepción de antecedentes: La entidad bancaria obtiene los documentos legales y los antecedentes del comprador y de la propiedad, los cuales deben ser proporcionados por la persona o entidad vendedora.
Estudio de títulos y tasación: Los antecedentes del inmueble se analizan a fin de comprobar si existen inconvenientes que afecte a la operación. Tiene que presentarse el Registro de la Propiedad, donde se detallan las características de la propiedad; el registro de hipotecas y de gravámenes, donde se indica si aparece afecto a alguna de estas circunstancias, así como el registro de interdicción y prohibición de enajenación, porque podría estar prohibida su comercialización. Para definir el valor comercial de los inmuebles, se utiliza la tasación.
Escritura: De aprobarse el crédito, se oficializa el contrato de compraventa ante notario. Se registra todo el historial crediticio y se paga al vendedor, por lo general mediante un depósito a plazo fijo, el cual estará bajo la supervisión de un notario. A partir de este momento será muy difícil anular la operación.
Inscripción en el conservador de bienes raíces: Con este procedimiento se oficializa legalmente el cambio de titularidad del inmueble. Hay que tener en cuenta que los denominados gastos operativos son por cuenta del cliente, que deben ser aportados tras la aprobación del crédito. Dichos gastos comprenden el avalúo, el estudio de títulos, los gastos notariales, el impuesto de timbre y el pago al Conservador.
Emisión y liquidación de letras hipotecarias: Si se opera con este instrumento, la entidad bancaria emite las letras para que se negocien en el mercado secundario.